Historia, cultura y sabores de Portugal
- Maggie

- 14 jul 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 20 nov 2019

Oporto - Regua- Vega de Terón - Barca D´Alva- Ferradosa - Pinhao – Oporto – Coímbra - Lisboa
13 de Jul de 2019
Este es otro sueño cumplido. Pasé por Portugal el año pasado y quede enamorada de su luminosidad, su historia, su gente y sus sabores. Y me prometí volver con un grupo.
Portugal es un país no muy grande pero que posee una historia milenaria. Lo mejor que tiene es su gente encantadora que deja gratamente sorprendido a todo aquel que lo visita.
Organicé esta travesía que incluye navegación desde Oporto, de modo que ahí llegamos para conocerla. Se encuentra junto a la desembocadura del río Duero y es todo lo antigua que se puedan imaginar, era una pequeña aldea Celta alla por el año 456.
Alojamos en un hotel exquisito ubicado justo frente al río. Esa noche fuimos caminando a La Ribeira y exploramos restaurantes, en un ambiente bohemio y bullicioso, de esos que me encantan. Comimos bacalao a la nata, el plato tradicional y otros pulpo a la parrilla, una delicia.

Al día siguiente visitamos el palacio de la Bolsa y luego cada uno eligió el panorama de su interés. El mío era conocer la famosa librería Lello. Una construcción neo gótica de madera, estanterías de piso a cielo, escaleras cruzadas lo que le confiere un aire de cuento. Ahí se inspiro J.K. Rowling para escribir su primer libro. Hay que hacer gran cola para comprar las entradas pero eso no importa cuando entras. La entrada cuesta EUR 5 y se descuenta de una compra.
Luego fuímos a la Torre de los Clérigos. Me atreví a subir los 200 escalones en una ruta laberíntica y estrecha. Valió la pena cuando pude ver las vistas increibles de la ciudad desde lo alto.
Esa tarde embarcamos en nuestro barco fluvial. Y por la noche salimos en bus a ver la ciudad de noche. Visitamos la estación de trenes San Benito, quizas la mas bella del mundo. Opera trenes desde 1896. Una joya con 20 mil azulejos que narran momentos importantes de su pasado.
Visitamos una de las famosas bodegas de la ciudad adonde tuvimos una cata de vinos.
Llegamos a Regua y despues del desayuno salimos hacia Vila Real, pequeña ciudad con numerosas mansiones de los siglos XVI y XVIII. Ahí descubrimos la casa Solar de Mateus, la mansión más bella e increíble al norte de Portugal. 14 generaciones han vivido ahí hasta hoy. Paseamos por el hermoso jardín de madera de boj y el cenador que forman un "túnel vegetal". Luego fuimos a tomar café y a comer “cristas de galo” (crestas de gallo), unas empanaditas de hoja rellenas con huevo mol.
Al otro día llegamos a la frontera con España y nos llevaron en autobús hacia Salamanca. Visitamos a pie la ciudad, inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO. Vimos la Catedral y la Universidad, conocida también como "Escuelas Mayores”, que abrió sus puertas en 1218, por lo que se trata de una de las más antiguas del mundo. Por la tarde tuvimos tiempo libre y para no perder la costumbre ¡subí la torre de la Catedra! Fue un increible recorrido a lo Dan Brown, visité la catedral por dentro, y de pronto aparecí en el techo! Con unas vistas privilegiadas que no olvidaré. Esa noche tuvimos flamenco en el barco, y todos bailamos.
A la mañana siguiente salimos desde Ferradosa para visitar la "Ruta de los Vinos de Oporto”. Desde la ventana admiramos el increíble viñedo que se extiende sobre un centenar de kilómetros a lo largo del Duero hasta la frontera española y que tiene la particularidad de estar plantado en escaleras. Posteriormente visitamos la Quinta de Tedo, absolutamente artesanal y orgánica, con procesos de pisado de uva, produce solo 62000 botellas por año. Degustamos por supuesto varios oportos. Y esa noche fue la noche de gala en el barco, todos estupendos seguimos tomando oporto y comiendo maravillosamente.
Al día siguiente fuímos a visitar Lamego para una visita a pie del centro de la ciudad. Una bonita ciudad episcopal y comercial. Conocimos el santuario de Nuestra Señora de los Remedios, que data de 1750, y cuyo templo domina la ciudad desde sus 700 peldaños de altura ofreciendo una vista magnífica. Seguimos subiendo peldaños…
Finalizando nuestro viaje fuímos a Guimaraes. Una ciudad encantadora en la que se mezclan barrios medievales y modernos. La visita mas relevante fue al Palacio de los Duques de Braganza, construido en el siglo XVI por el primer duque de Braganza. Regresamos a bordo y esa noche bailamos con un grupo folklórico y nos reímos mucho.
La ultima mañana desembarcamos temprano y nos esperaba un bus para llevarnos a Lisboa. Paramos a conocer Coímbra, la ciudad universitaria por excelencia de Portugal, así como la cuna de los reyes portugueses. Vimos lindas construcciones romanas como el acueducto, así como edificios medievales, cuando era la capital del país. Lo mejor fue visitar la Universidad, y admirar los trajes negros con capas largas que usan los universitarios desde siempre.
Nuestra siguiente parada a pedido de varios del grupo, fue el Santuario de Fátima. Impresionante el fervor religioso que se vive ahí. Esta la capilla sobre el lugar de la aparicion original a los pastorcitos, la iglesia barroca y finalmente la inmensa construccion moderna que es el nuevo templo adonde pueden estar sentados 9000 peregrinos y parados mas de 200.000.
Y finalmente llegamos a Lisboa, cansados pero contentos.
Nuestra primera visita fue al corazón de la ciudad, la Baixa, que muestra un urbanismo de calles cuadriculadas, y luego en tranvia hasta el mirador desde donde contemplamos la ciudad y bajamos por Alfama, el barrio antiguo cuna del Fado. Almorzamos en el mercado y seguimos en bus hacia Belem. Visitamos el Monasterio de los Geronimos y tratamos de comer pasteis de belem, los pasteles típicos pero no lo logramos, la concurrencia era enorme.
Tambien visitamos la Torre de Belem, una pequeña fortaleza en el río. Y el impresionante monumento a los Descubrimientos a orillas del río Tajo, un homenaje a todos los descubridores portugueses, que fueron muchos esparcidos por el mundo.
Al dia siguiente salimos temprano en un bus con nuestro guía Edgar hacia un lugar imperdible: Sintra. Dimos una vuelta por la ciudad y nos dirigimos a la Quinta da Regaleira. Un lugar apasionante lleno de misterios, secretos e historias masónicas. El lugar fue adquirido por un noble portugués, millonario y filántropo, que pidió construir un palacio, un pequeño lago, un invernadero, varios torreones, una preciosa capilla y un pozo de iniciación utilizado, según cuenta la leyenda, por los mismísimos masones. La entrada cuesta EUR8 y los mayores de 65 años EUR5.
Despues de tanta belleza al día siguiente nos tocaba despertar y volver.


















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